Lugar: Cuernavaca, Mor.
La mayoría de nosotros vimos por primera vez la luz en un hospital, probablemente algunos de nosotros partamos a mejor vida en un nosocomio, por esto estos lugares están llenos de energia vital, las siguientes historias me fueron relatas por una antigua novia a la que me referiré como Diana que es enfermera en la clínica numero uno del IMSS.
La enfermera fantasma.
Probablemente la leyenda más popular acerca de los hospitales, se dice que es el alma de una enfermera que ya fallecido, existen dos versiones bastantes populares sobre por que sigue atendiendo a los pacientes, la primera dice que ella era un enfermera muy atenta con los enfermos, la segunda nos cuenta que fue una enfermera bastante mala y descuidada con sus pacientes, por eso al morir se le dio la penitencia de cumplir la labor que en vida desprecio, Diana me relato lo siguiente. “… Había terminado la instrucción primaria y tenía la ilusión de ser enfermera como las del hospital; estaba impresionada con los uniformes que llevaban puestos, blanco, impecable o azul marino con blusa blanca. La forma y la sabiduría que traían en sus visitas (pláticas de higiene, desparasitación, etcétera, siempre tan seguras, yo quería ser igual a ellas…… La primera semana que me tocó la guardia de noche, yo no tenía sueño, pues en mi casa me desvelaba frecuentemente.
Una de estas noches viendo al médico dormido en el chaiselong, Luchita en un silla, Rebeca dormida en otra silla, atrás de la puerta Vicky dormida sobre un banco giratorio. No había trabajo, salí a hospitalización y los pacientes todos dormidos, en el segundo piso estaba un quirófano que estaba cerrado y en hospitalización no había pacientes….…¡Sólo yo estaba despierta!, después de un rato de ver la calle sola, regresé, pero al terminar de cruzar la sala de espera, claramente vi una enfermera que salía de la segunda puerta de Rayos X, era alta, delgada, con el pelo suelto, con el aspecto de haberse terminado de bañar, estaba como a dos metros, le hablé y ella parecía correr. Me obligó a correr tras ella, cruzamos el pasillo y en medio del patio ya no la vi, pero iba subiendo, escuchaba sus pasos o tacones y los barandales se movían, subí las escaleras al llegar a la cima ya no pude seguirle el rastro, regrese a la sala de enfermeras muy enfadada por la bromita que me habían jugado las compañeras por ser la novata, todas seguían como las había dejado, descansando me atreví a despertar a la señora Luchita la mas veterana y respetable de todas las enfermeras pues pensaba que ella no se prestaría para ese tipo de jugarretas,-Luchita veo que los demás se creen muy graciosos con ese tipo de bromas ¿no?- Luchita me contesto con un gesto de consternación-¿A que te refieres?- A lo de la planchada, creen que me tragare esa historia?-le conteste un poco mas calmada-Te juro que todos hemos seguido aquí-al oír eso sentí como un escalofrío me recorrió todo el espinazo y mi rostro tomo un semblante de preocupación-Veo que tea dado la bienvenida-¿A quien te refieres?-A la planchada, mas vale que te vayas acostumbrando a sus jugarretas.
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